jueves, 31 de agosto de 2023

la salud mental


En la oscuridad, busco una salida,
La mente confundida, llena de heridas.
Pero sé que hay esperanza, un rayo de luz,
Es momento de cuidar mi salud.

Abrir mi corazón, enfrentar mis temores,
Sanar las heridas, dejar atrás los dolores.
La salud mental es mi prioridad,
Voy a encontrar mi propia estabilidad.

Cuido mi mente, cuido mi alma,
La salud mental me hace más fuerte.
Encuentro la paz, rompo las cadenas,
En esta canción de amor y esperanza.

A veces me siento perdido en la tormenta,
Pero sé que dentro de mí hay una fuerza interna.
Respiro profundo, encuentro mi centro,
Descubro la calma, me libero del tormento.

Abrir mi corazón, enfrentar mis temores,
Sanar las heridas, dejar atrás los dolores.
La salud mental es mi prioridad,
Voy a encontrar mi propia estabilidad.


Cuido mi mente, cuido mi alma,
La salud mental me hace más fuerte.
Encuentro la paz, rompo las cadenas,
En esta canción de amor y esperanza.


No estás solo, hay una comunidad,
Un apoyo sincero para caminar en unidad.
Juntos derribaremos el estigma y el temor,
Cuidando nuestra salud mental con amor.


Cuido mi mente, cuido mi alma,
La salud mental me hace más fuerte.
Encuentro la paz, rompo las cadenas,
En esta canción de amor y esperanza.

Que esta canción sea un recordatorio,
De que cuidar nuestra salud mental es una victoria.
Enfrentemos los desafíos con valentía,
La salud mental es esencial en nuestra vida.

la amistad verdadera

Había una vez dos amigos, Carlos y Luis, que vivían en un pequeño pueblo. Desde muy jóvenes, compartían risas, aventuras y momentos inolvidables juntos. Era una amistad tan fuerte que parecían hermanos.

Carlos era un chico tímido y reservado, mientras que Luis era extrovertido y siempre buscaba nuevas formas de divertirse. A pesar de sus diferencias, se complementaban perfectamente.

Un día, cuando ambos tenían diez años, Carlos perdió a su madre en un trágico accidente. La tristeza lo invadió y se sumergió en una profunda melancolía. Pero Luis estuvo a su lado en todo momento, brindándole consuelo y apoyo incondicional.

Luis sabía que Carlos necesitaba distraerse, así que ideó un plan. Juntos, construyeron una cabaña secreta en el bosque cercano. Pasaban horas explorando, inventando historias y soñando despiertos. La cabaña se convirtió en su refugio, un lugar donde podían ser ellos mismos sin preocupaciones.

A medida que crecían, Carlos y Luis siguieron enfrentando desafíos juntos. Superaron las dificultades escolares, compartieron sus primeros amores y se animaron mutuamente a perseguir sus sueños. La amistad entre ellos se fortaleció con cada obstáculo superado.

Llegó el momento en que debieron separarse para seguir caminos diferentes. Carlos se mudó a la ciudad para estudiar medicina, mientras que Luis decidió viajar por el mundo en busca de aventuras. A pesar de la distancia, su amistad no se desvaneció.

Carlos se convirtió en un reconocido médico y Luis en un famoso fotógrafo. Cada vez que tenían un momento libre, se llamaban y compartían sus experiencias. Aunque estaban lejos físicamente, siempre estaban presentes el uno para el otro.

Pasaron los años y, finalmente, regresaron a su pueblo natal. Carlos se casó y tuvo dos hijos, mientras que Luis encontró el amor en una viajera a la que conoció en uno de sus viajes. Sus vidas habían cambiado, pero su amistad seguía intacta.

Hoy en día, Carlos y Luis son dos ancianos que disfrutan de su amistad en la vejez. Se sientan juntos en un banco del parque, recordando con nostalgia todas las aventuras que vivieron. Aunque sus cuerpos se han debilitado, su amistad sigue siendo tan fuerte como siempre.

Carlos y Luis demostraron que la amistad verdadera puede resistir el paso del tiempo y las distancias. A través de risas, lágrimas y experiencias compartidas, construyeron un vínculo eterno. Su amistad es un tesoro que atesoran hasta el final de sus días, recordándoles que nunca están solos mientras tengan al otro a su lado.

miércoles, 30 de agosto de 2023

Fuiste eres y serás

En el vasto lienzo del universo,
donde los sueños se entrelazan,
te encontré, mi amor, mi verso,
y en tus ojos mi paz se abraza.

Eres la luz que ilumina mis días,
el sol radiante en mi horizonte,
con cada sonrisa, alegría desprendías,
y en mi corazón, amor, eres el monte.

Tus labios, dulces como la miel,
acarician mis sueños sin cesar,
cada beso, un suspiro de piel,
y en tus brazos, mi amor, quiero descansar.

En cada palabra que pronuncias,
se dibujan promesas de eternidad,
nuestros corazones, unidos, danzan,
y en tu amor, mi amor, encuentro libertad.

Eres mi refugio en la tempestad,
mi guía en la oscuridad más profunda,
juntos enfrentaremos cualquier adversidad,
y en tu amor, mi amor, la vida se inunda.

Así, en la sinfonía de nuestro amor,
donde los versos encuentran su razón,
enlazados por un lazo eterno de ardor,
te amo infinitamente, mi dulce canción.

el universo

En el precioso y lindo universo,
donde las estrellas pintan el firmamento,
la poesía encuentra su eco eterno,
en cada rincón celestial, un sentimiento.

Las galaxias danzan en sublime armonía,
como versos que fluyen en el espacio,
nebulosas y planetas en melodía,
creando una sinfonía de luz y abrazo.

Los astros, cual palabras en el éter,
componen una historia sin final,
y en cada constelación puedo ver,
el poema universal, sublime y celestial.

La Luna, musa de los amantes,
refleja en su fulgor romanticismo,
y los cometas, viajeros errantes,
dejan estelas de mágico lirismo.

En cada supernova, un renacer,
en cada agujero negro, un misterio,
el universo entero, un placer,
para el poeta y su verso sincero.

Así, en cada verso sobre el espacio,
la poesía se eleva en su esencia,
capturando la grandeza y el abrazo,
del universo, fuente de inspiración intensa.

Y en nuestra pequeñez, al contemplar,
la inmensidad que nos rodea,
en el universo podemos encontrar,
la eternidad de la poesía que crea.